domingo, 14 de febrero de 2010

Carnaval


Y como marca la tradición (de este blog y del calendario festivo), estos días, a pesar de las inclemencias meteorológicas, son de mucha alegría, sobre todo esa alegría que va desde la Plaza Mina hasta el barrio de La Viña, desde Puerta Tierra hasta el Castillo de San Sebastián, ahí van unas rimas para que disfruten del carnaval gaditano. Entre otras cosas porque soy carnavalero (ea, sigo siendo un niño), entre otras cosas por hacerles ese regalo: las palabras.

Aunque no han nacido en Cádiz
y hayan nacido en otras ciudades,
sin saber la razón,
un día se engancharon a los carnavales.
Te miran a los ojos, dicen orgullosos:
"soy carnavalero",
porque en su calendario empieza el año nuevo
en el mes de febrero.
Es su pasión y forma parte de su vida,
es una droga que su sangre necesita.
El carnaval le abrió las puertas a la Tacita
que en sus escapaditas
vienen a descubrir.
Empieza la preliminar
con los nervios para escuchar,
retumban sus corazones
y visitan tus rincones
pero a través de las coplas,
después peregrinan aqui
te necesitan sentir
y cuando hablan de su Cádiz
se les llena la boca.
Donde quiera que estés esta noche
escuchando este pasodoble
espero que te llegue al alma
este aplauso que hoy te manda el Falla.
A tí, porque el nombre de Cadiz llevas por bandera
tú que eres la prueba
de que los carnavales no tienen frontera.
Gracias por querer a mi fiesta,
por querer a mi gente,
y por querer a mi tierra.

Francisco Javier Márquez Mateo.
Pasodoble.
Comparsa El G-15.
Música de David Márquez Mateo.
Carnaval de Cádiz 2010.

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