lunes, 11 de abril de 2011

Sorpresas de buena mañana




Afortunadamente, algunos madrugadores hemos podido librarnos de este asorrate estival que nos ha regalado la primavera y cobijarnos bajo la sombra cuando el sol está en su cenit. ¡Menos mal que se calma el cotarro y arriban de nuevo temperaturas más suaves!

Aprovechando el frescor de la mañana, desayuné, me aseé debidamente, y me lancé a las calles para golismear en tiendas y supermercados como buen albaceteño (un amigo lo define como “cosmopolitismo”, yo lo llamo “orejetear”)… Y entre ferreterías, grandes superficies y mercerías, me acerqué, cómo no, a un par de librerías en las que encontré algunos libros reseñables.

NOTA: Es una lástima que el jueves dirija los pasos hacia Italia como profesor acompañante de mis pupilos en su viaje de fin de curso (¿quién me mandará?), por lo que tendrán que esperarme o visitar otros sitios de la blogsfera que muchas veces me toman la delantera (como pocas editoriales me mandan libros, dependo enteramente del interés de los libreros y la eficacia de sus distribuidores…).

Por lo pronto tengo que hablarles de la editorial Adriana Hidalgo (AH Pipala)… Si recuerdan, un servidor se quejaba amargamente en post pasados de la escasez de nuevos autores, de nuevas ideas…, pues bien, hoy les traigo tres títulos que me han encantado soberanamente y que están dentro de esta línea editorial argentina (¡Qué artistas! ¡Venden lo que sea!) y que desgrano a continuación:

a. Una lluviosa mañana de domingo de Sooni Kim y Mia Sim: Cuando somos niños, muchos son los domingos que nos despertamos sin querer y dejamos que nuestra mente quede libre y se pregunte si nuestro mundo es el único que existe, si habrá otros como nosotros.

b. Mi jardín de Zidrou y Marjorie Pourchet. Libro de pequeño formato que aúna la metáfora de la vida, los recuerdos infantiles y la contemplación de la naturaleza. Llegó a acongojarme… ¿Qué niño no ha tenido un pequeño jardín, una efímera maceta?

c. La casa del árbol de Marije Tolman y Ronald Tolman. Reconocida con un premio en la feria de Bolonia (Bologna Ragazzi), esta historia muda es el reflejo de una historia cotidiana, imaginativa, evocadora, de dos osos que deciden instalarse en lo alto de un árbol. Exquisita, diferente.

Tres imprescindibles.

3 comentarios:

Evaristo dijo...

¡Suerte en Italia!
Tienes razón ¿quién o qué nos mandará...?

miriabad dijo...

Bueno, me alegro de que nos traigas novedades con entusiasmo...
Y me alegro de que tengas el valor de ir con toda una panda de bestias a Italia.
Yo fui una de esas a las que, algunos profesores valientes, llevaron a Italia. Recuerdo ese viaje con mucho cariño.
¡Disfruta en la medida de lo posible! Saluditos, Miriam

Odal Orto dijo...

Refrescante blog. Y nutritivo.

Enhorabuena y gracias.