martes, 14 de febrero de 2012

Grandes figuras de la ilustración LIJ (XII): N. C. Wyeth















Llegamos así a la figura de N. C. Wyeth, la que para mí encarna al prototipo moderno de ilustrador, no sólo por su profesionalidad, marcada por una formación académica especializada, sino porque todavía hoy siguen vigentes sus ilustraciones, es decir, el lector actual identifica el texto con ellas.
Empezamos…
Newell Convers Wyeth nació en Needam, estado de Massachussetts, el 22 de octubre de 1882, en el seno de una familia con larga tradición militar. Varias generaciones de Wyeth, entre las que se contaba la de su padre, Nicholas Wyeth, habían luchado en enfrentamientos bélicos como la Guerra de 1812 o la Guerra Civil Americana, lo que también provocó una larga tradición oral de historias y vivencias personales que marcaron a toda la familia, y por consiguiente, al joven Wyeth. Su madre, de origen suizo y con cierta cultura, intenta que este desarrollara sus aptitudes artísticas tras ver las acuarelas que ha pintado con sólo 12 años, a lo que su padre se opone, proponiendo a N. C. Wyeth que oriente su talento a fines más prácticos. Así, el joven Wyeth se matricula en el Instituto de Artes Mecánicas de Boston en mayo de 1899. Tras una etapa de idas y venidas académicas, con el apoyo de su madre, N. C. Wyeth se inscribe finalmente en la Escuela Normal de Arte de Massachussetts, donde recibe clases de la mano de Richard Andrew, quien lo introduce en el mundo de la ilustración.
Durante el verano de 1901, estudia con Eric Pape, Charles W. Reed y George L. Noyes. Al terminar este periodo de formación y haciendo caso del consejo de dos buenos amigos y artistas, Clifford Ashley y Henry Peck, Wyeth decide marcharse a Wilmington, Delaware, y matricularse en el curso de 1902 de la Escuela de Arte del conocido ilustrador Howard Pyle.
Bajo la tutela de Pyle, el talento de Wyeth se desborda y en menos de un año su primera ilustración sale a la luz como portada de The Saturday Evening Post (1903). Tras esto, otras revistas como Success Magazine, Harpers, McClures, Scribners y el mismo Saturday Evening Post, contratan sus servicios con regularidad.
En 1904, Wyeth se gradúa en la Escuela de Arte de Howard Pyle, lo que no significará que abandone sus dependencias, ya que Wyeth continua acudiendo allí para pintar. Durante la época que comprende 1904 y 1906, Wyeth, animado por Pyle, se traslada a Colorado y Arizona, para conocer de primera mano el lejano y viejo oeste americano e impregnar así de realismo trabajos como In the Cristal Dephs (1906).
Así, Wyeth gana renombre como ilustrador de aventuras del lejano oeste, pintando las escenas que acompañarían Arizona Nights de Stewart Edward White o Hopalong Cassidy de Clarence Mulford. En 1907, Outing edita Wyeth Portfolio, The indian in his solitude, un trabajo donde Wyeth se encuentra inspirado por la obra de George De Forest Brush.
En 1908, se instala en Chadds Ford, Pennsylvania, donde llega su matrimonio con Carolyn Bockius, con la que tendrá cinco hijos que también destacarán por sus dotes artísticas.
Con la publicación del Portfolio a color de Wyeth, Charles Scribner’s Sons deciden emparejar la obra de Robert Louis Stevenson con la de Wyeth, creando así un tandem que no ha dejado de publicarse hasta nuestros días. Entre las obras de Stevenson que N. C. Wyeth ilustró tempranamente contamos con La isla del tesoro (1911), Secuestrado (1913) o La flecha negra (1916). Tras el éxito de estas publicaciones, que contaban con 8-16 imágenes a color de Wyeth, la misma casa editorial decide que Wyeth trabaje para otros clásicos de aventuras como La isla misteriosa de Julio Verne (1918), El último mohicano de James Fenimore Cooper (1919) o Miguel Strogoff de Julio Verne (1927).
Al mismo tiempo que con Scribner’s, Wyeth decide trabajar con otras editoriales e ilustrar clásicos como El extraño misterioso de Mark Twain (en 1916, para Harpers), el Robin Hood de Paul Creswick (en 1917, para David McKay), su inolvidable trabajo para el Robinson Crusoe de Daniel Defoe (en 1920, editado por Cosmopolitan) o el Rip Van Winkle de Washington Irving (en 1921, para David McKay).
Así, N. C. Wyeth es considerado uno de los grandes ilustradores norteamericanos de su tiempo, quedando plasmada su obra en carteles, calendarios, revistas, mapas (National Geographic Society), campañas publicitarias (para Coca-Cola o Lucky Strike) e incluso pinturas murales como aquellas que realizó en el Missouri Capitol State Building, algunas centrales bancarias, hoteles, la National Geographic Society o la Metropolitan Life Insurance Co.
La vida de N. C. Wyeth y uno de sus nietos, se truncó cuando el coche en el que viajaban fue arrollado por un tren el 19 de octubre de 1945.
Respecto a su trabajo caben destacar características como la composición y su lenguaje dramático (me aventuraría a decir que aproximado al lenguaje fotográfico), la recreación de una atmósfera romántica en cada trabajo, su pincelada rápida que crea formas un tanto angulosas, la luz vespertina de sus cuadros (muchos de sus trabajos me recuerdan a las puestas de sol, ¿a usted no?) y el fiel reflejo de la vida rural de la época. Los estudiosos engloban su trabajo en dos corrientes, por un lado, sus ilustraciones tempranas -sobre 1910- beben del impresionismo, mientras que las más tardía (ca. 1930) se adscriben al movimiento realista americano. Todo un artista.

2 comentarios:

miriabad dijo...

Sí, que sí. Impresionantes. Gracias por el descubrimiento.

María Iholanda Rondón dijo...

muy bueno el blog, gracias por las informaciones. aqui me gustaria dejar algo para compartir
http://mariaiholandarondon.blogspot.com